Bueno, pues aquí vengo a avisaros a todos para que no vayáis a ver esta basura de película. Como viene siendo habitual estos últimos tiempos, Hollywood se ha sacado un remake cargado de efectos especiales y animaciones hechas por ordenador, pero dejándose por el camino el guión, patético donde los haya.
Fueron casi 2 horas de sufrimiento, aguantando a duras penas para no caer en la somnolencia total y preguntándome cómo narices habían tenido el valor de robarnos por esa película. Y esto lo digo porque soltamos cerca de 10€ (algo más de 1600 de las antiguas pesetas, amigos) para ver una penosa adaptación en 3D, que, a pesar de no haber visto la anterior Avatar en el mismo formato, no debía de llegar ni a la altura de los zapatos. Y es que por no ser en 3D no lo eran ni los demonios voladores, ni Pegaso, ni el tan aclamado Kraken.
Que me devuelvan el dinero, he dicho.
Como en los viejos tiempos, aquí dejo mi nota, la cual solo se la llevan por los efectos especiales:
Nota: 2/10
Aquí os dejo un comentario previo al estreno que acabo de leer en lashorasperdidas, que viene a contar lo que yo me pensaba respecto a la pésima adaptación al 3D:
Se trata de una peli esperada, no hay duda, y está en 3D, pero el tema es ¿qué 3D? Muchos son los comentarios sobre la penosa adaptación de la película, rodada de forma tradicional, al formato de tres dimensiones, hecho en apenas un par de meses y a contrarreloj para llegar al estreno. Ojo, que podemos estar ante el primer pufo técnico del nuevo formato.Como peli, tenemos ante nosotros a un remake esperado, que deja de lado el viejo encanto de las miniaturas de Ray Harryhausen y su stop-motion, y se decanta por unos efectos que, al menos en el trailer, parece que no decepcionarán. Sam Worthington lidera el cotarro a las órdenes de Louis Leterrier.